Las dificultades, la firmeza, la superación, el trabajo, los éxitos que forman parte del pasado de Balanças Marques pusieron el listón muy alto para los "pilotos" que siguieron a José Pimenta Marques. Hoy son sus descendientes, los cuatro hijos y también los dos nietos, quienes lideran el destino del negocio familiar. Pero tal vez porque "de tal palo tal astilla " ellos ponen el listón aún más alto. En los últimos años, la empresa se ha internacionalizado y crecido de manera rápida pero sostenida. En la segunda y tercera generación, entre 2018 y 2019, Balanças Marques entró en la lista de las 100 mejores empresas para trabajar en Portugal y alcanzó un exponente al ganar el título de la mejor empresa de pesaje del Mundo.
Alice, Francisco, María y Paulo crecieron en la empresa fundada por su padre, entre balanzas, pesos y una carga de trabajo constante. Desde que eran pequeños, han acompañado y participado en los esfuerzos que tanto el padre como la madre han emprendido para la evolución de Balanças Marques. También recuerdan las balanzas antiguas, el proceso de fabricación que lleva mucho tiempo y las diversas dificultades y victorias que la empresa encontró en su historia. Sienten, ante todo, orgullo por lo que han logrado. Entonces, de una forma u otra, los caminos de cada uno finalmente los ponen a la cabeza de la empresa.
Hace aproximadamente una década, José Pimenta Marques les entregó la cartera de administración. Juntos, los cuatro asumieron la tarea de guiar la empresa que el patriarca de la familia había establecido en 1967.
Actualmente, ya cuentan con el apoyo de la tercera generación. Tiago y Rafael Marques Pereira, hijos de Alice, también se unieron al equipo de Balanças Marques. Al igual que su madre y sus tíos, ambos crecieron con la empresa. Y ambos decidieron, en algún momento de sus vidas, asumir el sueño que había sido el de su abuelo y transformarlo en el suyo también.
Los hijos y nietos ahora asumen el deseo de seguir los pasos del fundador de la empresa. Quieren éxito para sí mismos y para los suyos. Ellos valoran mucho a la familia. Ven a los colaboradores con gran respeto y como plusvalía indispensable. Nunca dejan de trabajar, de innovar, de construir.
Y la prueba de ello está en el éxito de su proceso de internacionalización, en medio de la crisis económica mundial, en la década de 2000. Y, por supuesto, también en los premios que la empresa ha recibido en los últimos años. El listado ya va muy largo e incluye distinciones para la política de recursos humanos, la gama de básculas comerciales BM5, la báscula Pesa Camiones Marques y el software de facturación ETPOS. Ahora culmina en el punto más alto que queríamos alcanzar: la distinción de mejor empresa de pesaje del mundo en el año 2019, según los Weighing Review Awards.
La sensación de orgullo inunda a la familia Marques, especialmente al hombre que hizo nacer a la empresa. "Cuando recibí la noticia de habernos sido los mejores del mundo, por supuesto que no fui a decir a todos que mis hijos son los mejores", dice José Pimenta Marques. Pero nos revela: "Me siento orgulloso, me siento muy contento, me siento feliz. Porque, ¿quién no se siente feliz con un trabajo como nietos e hijos? La alegría de cualquiera que ve que el negocio familiar llegar a un auge casi inimaginable es más que evidente en todos los involucrados.
Parte de la tercera generación, Tiago Marques Pereira no esconde la satisfacción con el trabajo realizado y destaca el largo camino que Balanças Marques ha recorrido para alcanzar la posición que tiene hoy. "Conocer las historias de mi abuelo y saber lo que le costó poner a la empresa a trabajar y hacer crecer la empresa, ganar el premio es una de esas cosas que hace 20 años, cuando era niño, nunca imaginé que fuera posible". En este momento, se vive principalmente un sentido del deber cumplido. "Continuamos teniendo un ambiente familiar aquí, y al mismo tiempo, en muy poco tiempo, y en el que nuestro país también ha atravesado una crisis económica muy grande, hemos logrado dar la vuelta, para ver crecer a nuestra empresa año para año y al final ganar este premio ", explica.
Para su hermano, Rafael Marques Pereira, esta distinción también deja un sentido de orgullo y deber cumplidos, pero agrega un "gran peso de encima". "Este premio y los otros que hemos ganado es una gran responsabilidad para nuestra generación. La responsabilidad de mantener este buen trabajo, de poder mantener el nivel o incluso mejorarlo ".
Del futuro, todos esperan al menos poder mantener el listón al nivel en que se encuentra hoy. Lo cual, por sí mismo, ya no es una tarea fácil. La primera generación logró alcanzar una dimensión que parecía imposible para una empresa que comenzó en un taller de 15 metros2. El segundo ha hecho que la compañía crezca, en todos los sentidos, de manera exponencial y sostenida. Para el tercero, existe la carga de la responsabilidad y la voluntad de hacer aún más por la empresa.
Continúa en el siguiente capítulo...
