Balancas Marques
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A lo largo de más de 50 años, Balanzas Marques desarrolla productos en el área del pesaje comercial y industrial, incorporando las últimas tendencias tecnológicas, satisfaciendo las necesidades reales de sus clientes en los más diversos ambientes comerciales e industriales.

Se dedica a la Investigación y Desarrollo de Software para la industria y el comercio en general. Creada e insertada en el Grupo en 2010

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Europesagem

Adquisición en 2004 de la totalidad del capital social de EUROPESAGEM - Comercio Internacional de Balanzas, Lda, empresa especializada en la distribución de equipos de pesaje comercial e industrial (Fundada en 2001).

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Lx Pack

Representante oficial de la marca alemana ESPERA, de equipos de pesaje y etiquetado. Creada en 2011.

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Balanças Marques

UN SUEÑO DE 15 METROS CUADRADOS

Balanças Marques es una empresa familiar con más de 50 años. Fundada en 1967 por José Pimenta Marques, surgió de su coraje y su fuerza de voluntad. Fue un movimiento emprendedor - y arriesgado - que comenzó en el garaje de una casa como tantos otros. Pero la historia de su fundación y su desarrollo no tiene nada que ver con la historia de tantas otras empresas. Es una historia de fuerza, de superación, de innovación constante, y de éxito - de un éxito sostenible. 

“La historia empieza con un enfado". Así es como José Pimenta Marques empieza el relato del camino que lo llevó a la fundación de las Balanças Marques. Y, de hecho, si no fuera el "enfado" con el nuevo encargado de la fábrica donde trabajaba, nunca si hubiera despedido y haber dejado el trabajo que tanto le gustaba. Tal vez nunca tuviera dado el paso para empezar su propia empresa.

Pero la vida se encargó de llevarlo a donde necesitaba estar. Después de algunos años trabajando para otros e incluso por su cuenta en el área de la cerrajería, en 1967 regresó al antiguo negocio familiar, al antiguo negocio de su madre, Idalina Pimenta. "Siempre tuve las raíces de las balanzas, cuando pensé que estaba perdido, cuando necesitaba seguir un nuevo curso, decidí volver a las balanzas", dice José Pimenta Marques

Empezó por fabricar las decimales, de madera, que siempre había visto hacer a su madre. Recogió la lista de clientes que aún tenía, en su motocicleta, y condujo kilómetros por todo el país con la esperanza de vender su producto. Logró "Empiezo a tener clientes y las cosas empezaron a ir bien. Ya los pedidos venían de todas partes. El negocio empezó a volar ". La empresa inició su proceso de crecimiento. Desde el taller de 15 metros2, que fuera de su madre, pasó a un taller de 110 metros2, en el lugar de Garapôa, en Celeirós. "Pero siempre con mucho trabajo y con muchas dificultades”, como no podría dejar de acrecentar.

Al final, a lo largo del curso, también estaban las dificultades y los problemas que lo impulsaron a buscar soluciones innovadoras que llevaban la empresa al éxito. "Después de que no pude solventar una situación con los carpinteros que nos vendían la madera, me puse a pensar. Y, un día, por la noche, en la cama, me acordé en intentar convertir en metal las cuatro balanzas que teníamos ". Solo, sin decírselo a nadie, se puso a trabajar. Y de nuevo a logrado. Una vez más, tuvo éxito en su objetivo.

Pudo comercializar una versión innovadora de la balanza romana, que generalmente estaba hecha de madera en lugar de metal. Su empresa pudo producir mucho más material que antes y recibió pedidos como nunca. Él y sus colaboradores no daban abasto. Por la noche, su esposa, Maria da Conceição, acostaba a los hijos de la pareja y, después de un día completo de trabajo, fue al taller, bajo la casa de ambos, para calibrar las balanzas con su esposo. "Tengo una mujer batalladora. Venia para junto de mi para recoger pesos 20 kg. Todo esto solo fue posible gracias a ella y su trabajo. No se crean que lo hice todo solo”.

Estos fueron tiempos de trabajo duro para todos. Siempre han sido - y siguen siendo. José Pimenta Marques nunca dejó de hacer más y mejor. Cuando la mayoría de los otros fabricantes también comenzaron a producir balanzas romanas en metal, su empresa apostó por balanzas con cursor, que empezaron a surgir. Y cuando este último pareció dejar de ser tan relevante, cuando las balanzas digitales dieron sus primeros pasos en Portugal, él quería que su hijo Francisco, de 17 años, fuera a Barcelona para aprender cómo hacer esos productos innovadores. Como él dice, nunca se detuvo. Nunca dejó de trabajar o construir. La empresa no ha dejado de prosperar.

Desde unas instalaciones de 110 metros2, pasó a 500 metros2 y desde allí se expandió a dos grandes naves en el parque industrial de Celeirós y, en los años 2000, a varias agrupaciones empresariales por todo el mundo. Este es el resultado del trabajo que José Pimenta Marques llevó hasta los 65 años y que sus cuatro hijos e incluso algunos nietos que continúan ahora por sí.  "Cuando llegué a esa edad, miré todo encaminado decidí me quedaba por allí. Pasé la carpeta ". Él tiene plena confianza en los "pilotos" a quienes dejó los comandos de la compañía, que ya llevan más de 10 años. Siempre mira con orgullo el pasado y no puede ni quiere ocultar la enorme satisfacción con el presente.

En esta última década, desde que confió a sus hijos el liderazgo de la empresa, vio que sucedía mucho más de lo que jamás podría haber imaginado. Mucho ha cambiado. Se creó un grupo empresarial. Se ha apostado, incluso más, en la tecnología. Se diversificado él know-how y áreas de negocio. Cada cambio contribuyó para poner Balanças Marques donde está hoy: "en la parte superior de la torre".

Continúa en el siguiente capítulo ...

UN SUEÑO DE 15 METROS CUADRADOS